El mercado de las cápsulas crece en el mundo y muy particularmente en España. Aumenta la venta de cafeteras monodosis, se suman marcas al sistema y crece la variedad de opciones de café.
La novedad mas trascendente este año ha sido el lanzamiento de cápsulas compatibles con el sistema Nespresso. Marcilla ha presentado el pasado mayo su nuevo producto, L’Arôme Espresso, cápsulas de café molido para utilizar con las cafeteras Nespresso. El producto se ha convertido en un éxito de ventas que les ha llevado a aumentar la oferta antes de que acabe el año, ofreciendo una línea mas vinculadas a las preferencias en España, cafés fuertes para acompañar con leche y descafeinados.
Otras empresas como Polti o Fortaleza buscan también aprovechar el éxito de estas cafeteras utilizando cápsulas compatibles. E igualmente algunas tiendas de café a granel ofrecen cápsulas vacías para rellenar con sus variedades.
Esto supone la consolidación de un método que ha dejado de considerarse exclusivo y gourmet para pasar a ser una opción de buen café, accesible y fácil para cualquier casa u oficina.
Como bien comentaba Josep Rovira en la presentación de la nueva línea de Marcilla, estas cápsulas, y la mayoría, mejoran el café promedio que se bebe en el país. Por un lado por la calidad del producto, basta ver cualquier góndola de supermercado para notar que los cafés solubles y torrefactos siguen muy presentes en las casas españolas. Por otro por el método de preparación, ya que el sistema ofrece un espresso correcto, algo diferente al profesional, pero con un control absoluto de las variables que hacen imposible equivocarse.
También es destacable la mejora en la información del producto que suelen ofrecer los packs de cápsulas, información prácticamente nula en los envases café molido comercial. Es frecuente en las monodosis conocer la variedad de café, que por lo general suele ser arábica, el o los países de origen, referencias de sostenibilidad, o algunas notas de cata, datos que no solo permiten elegir con mas criterio sino que ayudan a formar un paladar cafetero en el consumidor.